El TÉ es un
arbusto de la familia de las teáceas. Su nombre en botánica es Camellia
sinensis. Consumido en infusión presente un sabor fresco y un poco amargo.
Planta del té |
Se trata de
una planta que puede alcanzar entre 10 y 15 metros de altura, aunque cuando se
trata del té de cultivo, este no suele sobrepasar el metro. Sus hojas son persistentes, elípticas, coriáceas
y cuyos bordes son aserrados. Su flor es blanquecina, axilar, bien solitarias o
en grupos de tres o cuatro. Su fruto es capsular, de tres semillas.
Plantación de té en Indonesia |
Se piensa que
su origen se halla en el suroeste de la China y el noreste de la India y se
empezó a cultivar desde que se descubrieron las propiedades beneficiosas de sus
hojas.
Aunque este
es su origen, hoy en día encontramos plantaciones extensas de té en países de
clima cálido o subtropical, como Srí Lanka, la isla de Java, Brasil,...Sus
hojas, una vez recolectadas se pueden tratar de dos maneras según se pretenda
obtener té negro o té verde.
Mujer recolectando té |
Si vamos a obtener el negro, se someten primero
las hojas a un proceso de secado lento y después a una ligera fermentación,
para después torrefactarlo, arrollar las hojas y clasificarlas. Si se les
pretende dar un toque de aromatización, se estratifican las hojas con flores de
jazmín, azahar, rosa o del aroma que se pretenda en cada caso.
Un puesto de té en un mercado en Navarclés, en Cataluña |
Si lo que se
desea es la obtención de té verde, no se desecan las hojas, pasándolas una vez
recolectadas al proceso de torrefacción y se sigue el proceso adecuado a su
caso.
Cotidiana es
la ingesta del té en infusión, apreciado tanto por su sabor como por sus
propiedades tonificantes y estimulantes, fruto de la cafeína, la teína y la
teobromina, alcaloides presentes en su composición. Así mismo, son reconocidos
sus efectos diuréticos y su riqueza en flúor. Es de reseñar que el té es
consumido con azúcar y con alguna hierba, como la hierbabuena, por ejemplo en
Marruecos, y en algunos países se comen
las hojas con mantequilla y sal, como en algunas zonas de Mongolia y la China.
Las
plantaciones, en su mayoría, son medianas o grandes, escaseando las pequeñas, y
suelen oscilar entre las cien y las dos mil quinientas hectáreas,
considerándose que para que una explotación sea rentable económicamente debe
tener, al menos, doscientas hectáreas.
Fernando de Laguno Oviedo - 2015
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